viernes, 18 de diciembre de 2015

Decimocuarto caso: Wolkswagen

En el decimocuarto caso hablaremos de algo que ha revolucionado el final del 2015: El caso Wolkswagen.

Wolkswagen, productora de coches, quería coches a buen precio pero con mayores emisiones, lo cual haría que el precio del automóvil descendiese.

Para ello, modificaban el software de gestión del motor programado para que cuando el coche estuviese en el proceso de control pasase a emitir bajas emisiones para cumplir con la normativa. La manipulación habría empezado en 2008, cuando los ingenieros se dieron cuenta de que no podrían cumplir con los estándares americanos a un coste asumible. El fraude, diseñado en Alemania, se propagó luego a Europa.

Los motores Wolkswagen son utilizados por diversas marcas de automóviles, por lo que el número de coches afectados es muy superior.

Las consecuencias que sufre un coche modificado son las siguientes:


  • El valor del coche disminuye.
  • Mayor coste en el carburante al tener que instalar un nuevo sistema de control de emisiones.
  • Volver a pasar la ITV al modificar el vehículo.
  • Mayor coste en lugares donde el coste de aparcar varía por el modelo de emisiones contaminantes que este produce.
  • El volver a modificarlo produce mayores gastos y un tiempo sin el vehículo por las modificaciones.
Wolkswagen asegura que desde enero de 2016 implementará las reparaciones a los vehículos. Seguiremos el caso para comprobar si así sucede.

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viernes, 11 de diciembre de 2015

Decimotercer caso: Ala Octa

En esta entrada hablaremos de como mas de 40 personas se han visto afectadas por el uso de una sustancia química en operaciones quirúrgicas.

La voz de alarma surgió cuando Osakidetza, el servicio vasco de salud, informo que en junio de 2015, varios pacientes operados de desprendimiento de retina en sus centros quedaban invidentes o sufriendo lesiones importantes tras operaciones consideradas satisfactorias.

Tras recibir el aviso, se confirmaron que en 11 hospitales de 6 comunidades autónomas había, al menos, 41 personas afectadas.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ordenó retirar el uso de perfluoretano de la marca Ala Octa, concluyendo así que este era el causante de las incidencias, por varios lotes de esta sustancia en mal estado, que provocó lesiones de distinta gravedad. Desde junio, el Ministerio de Sanidad lo está analizando en un laboratorio.

El perfluoretano es un liquido que se usa desde hace varias décadas con asiduidad ya fija la retina durante la cirugía y luego es retirado.

Las lesiones que puede producir dicha sustancia contaminada son:

  • Ceguera total.
  • Necrosis de la retina.
  • Atrofia del nervio óptico.
  • Disminución de la agudeza visual.
  • Inflamación.
  • Vasculitis. 
No solo en España se han sufrido casos de este tipo. Chile, unos meses antes, también ordeno retirarlo tras provocar ceguera en 7 pacientes.

Incluso en los lugares considerados mas seguros podemos encontrarnos productos defectuosos.

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sábado, 5 de diciembre de 2015

Duodécimo caso: La gominola.

En el duodécimo caso abordamos un caso que nos podría afectar a todos. Las gominolas, los dulces favoritos de niños y mayores, pueden suponer grandes riesgos como veremos en a continuación.

En 1994, un padre acude con su pequeño de 3 años al quiosco de siempre en una localidad de la provincia de Albacete. El pequeño y el compran una bolsa de gominolas "Fresón" y el pequeño come una de estas gominolas.

El pequeño empieza a encontrarse mal, empieza a tener síntomas de asfixia. El pequeño no pudo llegar al hospital con vida.

Diferentes informes dictaminaron la peligrosidad de la golosina. El Instituto Nacional de Consumo advirtió de que
El dulce comportaba un serio riesgo para la salud y seguridad de la población infantil. 

El caramelo, según el informe ocuparía casi la totalidad de la boca del pequeño imposibilitando la movilidad del dulce. Ademas, la consistencia y falta de flexibilidad del producto hace muy difícil el masticado, con lo que es relativamente fácil la obturación de la vía respiratoria, epiglotis, y producir asfixia. 
Se ha comprobado que cuando el caramelo se insaliva se vuelve más suave y menos elástico, lo cual lo hace más resbaladizo, entorpeciendo el masticado y dificultando la formación de porciones que sean fáciles de manejar en la boca.

El Juzgado de Primera Instancia como la Audiencia Provincial desestimaron la demanda, entendiendo que Interdulces, distribuidora del producto, cumplía las exigencias, pero el Tribunal Supremo, en sentencia de 10 de junio de 2002, creyó que Interdulces no siguió la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, por lo que la distribuidora tuvo que indemnizar a la familia del pequeño.

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