Wolkswagen, productora de coches, quería coches a buen precio pero con mayores emisiones, lo cual haría que el precio del automóvil descendiese.
Para ello, modificaban el software de gestión del motor programado para que cuando el coche estuviese en el proceso de control pasase a emitir bajas emisiones para cumplir con la normativa. La manipulación habría empezado en 2008, cuando los ingenieros se dieron cuenta de que no podrían cumplir con los estándares americanos a un coste asumible. El fraude, diseñado en Alemania, se propagó luego a Europa.
Los motores Wolkswagen son utilizados por diversas marcas de automóviles, por lo que el número de coches afectados es muy superior.
Las consecuencias que sufre un coche modificado son las siguientes:
- El valor del coche disminuye.
- Mayor coste en el carburante al tener que instalar un nuevo sistema de control de emisiones.
- Volver a pasar la ITV al modificar el vehículo.
- Mayor coste en lugares donde el coste de aparcar varía por el modelo de emisiones contaminantes que este produce.
- El volver a modificarlo produce mayores gastos y un tiempo sin el vehículo por las modificaciones.
Wolkswagen asegura que desde enero de 2016 implementará las reparaciones a los vehículos. Seguiremos el caso para comprobar si así sucede.
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